miércoles, 1 de septiembre de 2010

La Dama Ciega

" Hace unos 10 años tuve un sueño, me encontraba en un desierto (creo que por Arabia) y me ocurria algo parecido a este cuento, asi que al despertarme lo escribi adaptandolo a los cuentos fantásticos que me gustaban por aquella época, espero les sea de su agrado... ah! y por cierto, la encontre.. "


La Dama Ciega

Túrban navegaba en los Ríos Rocosos, al sur de Las Tierras del Sol, ríos que solo los elfos lograban atravesar gracias a sus barcos mágicos, pero Túrban era amante de las aguas y se había convertido en un excelente marinero.
Vago por estos ríos largo tiempo, así fue que vivió poco más de tres años en su pequeño barco. Descubrió ríos grandes como el mar, otros angostos y largos, ríos profundos como el cielo y otras veces debía esperar que las lluvias elevaran el nivel del agua para poder continuar, descubrió peces y aves que nadie jamás llego a ver, pero lo que más le gustaban eran las cascadas. Siempre buscaba cascadas, a veces las había pequeñas y otras grandes, nadaba en los estanques que estas formaban acompañado de los animales del lugar, la belleza de estos lugares había conquistado el corazón del Marinero.
Fue un día que la soledad agobiaba a Túrban, y sentado en la cubierta de su barco observo venir una gran tormenta, pero solo la observo, no tenía fuerzas para seguir luchando. El barco comenzó a ceder y a desmoronarse, pero ya era tarde para luchar y Túrban no pudo salvar su barca. El barco se hundió y el marinero fue arrastrado hasta la orilla del Río Rocoso, ahí fue donde lo encontró Andamarth, casi sin vida, pues quien caía en estos ríos, rara vez sobrevivía.
Túrban se despertó tres días después, acobijado por la bondad de los elfos, pero la fiebre no lo abandonaba, las heridas aun eran grandes, veintitrés días pasaron hasta que pudo levantarse, donde una hermosa mujer lo cuidaba cada noche y desaparecía durante el día. La dama tenía un velo que le cubría el rostro y solo podía verle los ojos.
Una gran amistad creció entre los elfos y Túrban, que fue altamente conocida, desde entonces el marinero ya no vago tanto tiempo solo y comenzó a visitar a los elfos, aprendió de ellos todo lo que pudo y mucho tiempo después culminaría involucrado en un viaje donde Túrban participaría en el destino de las Tierras del Sol.
Varios meses después de que los elfos lo encontraran, observaba las colinas de los Chil-las, junto a su amigo Andamarth, fue cuando Túrban comento.-- Cuando enfermo estuve, una hermosa dama venía cada noche a cuidarme, nunca pude olvidarla, recuerdo sus ojos, grises como una tarde de tormenta, es lo único que recuerdo de ella, jamas lo conté, siempre pense que fue la fiebre lo que me había hecho ver a la mujer. Hasta que una noche mientras dormía apareció y me ayudo a ponerme de pie, luego desapareció y ya no volví a verla---
Andamarth permaneció fijo mirando el horizonte, la brisa acariciaba su rostro, y sin mirarlo le dijo...





Nosotros la llamamos la Dama Ciega, ya que en realidad no tiene ojos. El amor que ella encuentra en ti lo refleja en sus ojos, algún día encontraras a alguien que tendrá los mismos ojos que viste en ella, y la amaras eternamente---.


Desde entonces, Túrban solo espera conocer a su amada de ojos grises...